Competencias claves de Coaching ICF

Las once competencias clave de coaching que se describen a continuación se desarrollaron para facilitar la comprensión de las capacidades y enfoques que se utilizan actualmente en el coaching profesional conforme a la definición de ICF. También le ayudarán a comparar su propia formación con la formación que cabe esperar en un coach.

Por último, estas competencias se utilizaron como base para el proceso de examen de acreditación de ICF. Las competencias clave se agrupan en cuatro apartados lógicos. Los grupos y las competencias individuales no están ponderadas: no representan ningún tipo de prioridad ya que todas ellas son imprescindibles para cualquier coach competente.

A. ESTABLECER LOS CIMIENTOS B. CREAR CONJUNTAMENTE LA RELACIÓN
1. Adherirse al código deontológico y estándares profesionales
2. Establecer el acuerdo de coaching
3. Establecer confianza e intimidad con el cliente
4. Estar presente en el coaching
C. COMUNICAR CON EFECTIVIDAD D. FACILITAR APRENDIZAJE Y RESULTADOS

5. Escuchar activamente
6. Realizar preguntas potentes
7. Comunicar directamente

8. Crear consciencia
9. Diseñar acciones
10. Planificar y establecer metas
11. Gestionar progreso y responsabilidad

11 competencias clave · Válidas hasta 2020

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A. ESTABLECER LOS CIMIENTOS

  1. Comprende y exhibe en su propio comportamiento los Estándares de Conducta de la ICF.
  2. Entiende y respeta el Código Deontológico de la ICF.
  3. Comunica claramente las distinciones entre coaching, consultoría, psicoterapia y otras profesiones de apoyo.
  4. Refiere el cliente a otro profesional de apoyo en caso necesario, sabiendo cuando esto es necesario y cuáles son los recursos disponibles.

B. CREAR CONJUNTAMENTE LA RELACIÓN

  1. Da muestras de interés genuino por el bienestar y el futuro del cliente.
  2. Demuestra continuamente integridad personal, honestidad y sinceridad.
  3. Establece acuerdos claros y cumple las promesas.
  4. Demuestra respeto por las percepciones del cliente, su estilo de aprendizaje y manera de ser.
  5. Apoya constantemente y anima nuevos comportamientos y acciones, incluyendo aquellos que suponen asumir riesgos y miedo al fracaso.
  6. Pide permiso al cliente para adentrarse en temas delicados o que sean nuevos para el cliente.
  1. Está presente y es flexible durante el proceso de coaching, “bailando” en el momento.
  2. Utiliza su intuición y confía en su saber interno – hace caso a sus “corazonadas”.
  3. Está abierto a no saber y a correr riesgos.
  4. Ve diversas maneras de trabajar con el cliente, y escoge en cada momento la más efectiva.
  5. Utiliza hábilmente el sentido del humor para crear un tono ligero y con energía.
  6. Cambia de perspectivas con seguridad y experimenta con nuevas alternativas a sus propias acciones.
  7. Demuestra confianza cuando trata con emociones fuertes y tiene auto-control, de manera que no se ve desbordado ni dominado por las emociones del cliente.

C. COMUNICAR CON EFECTIVIDAD

  1. Atiende al cliente y sus necesidades y objetivos, no según las necesidades y objetivos que el coach tiene para el cliente.
  2. Escucha las preocupaciones, metas, valores y creencias del cliente sobre lo que éste considera que es posible y lo que no lo es.
  3. Ve la diferencia entre las palabras, el tono de voz y el lenguaje corporal del cliente.
  4. Resume, parafrasea, reitera, refleja lo que el cliente ha dicho para asegurar claridad y comprensión.
  5. Anima, acepta, explora y refuerza al cliente para que exprese sus sentimientos, percepciones, preocupaciones, creencias, sugerencias, etc.
  6. Integra y construye basándose en las ideas y sugerencias del cliente.
  7. Extrae lo esencial de lo que el cliente comunica y le ayuda a llegar a ello sin perderse en largas historias descriptivas.
  8. Permite al cliente expresar o “ventilar” su situación sin emitir juicios de valor ni quedarse enganchado en ella, con el fin de poder continuar el proceso.
  1. Hace preguntas que reflejan la escucha activa y la comprensión del punto de vista del cliente.
  2. Hace preguntas que evoquen descubrimiento, toma de conciencia, compromiso o acción (por ejemplo, aquellos que desafían las presunciones del cliente).
  3. Hace preguntas abiertas que aporten mayor claridad, posibilidades o nuevos aprendizajes.
  4. Hace preguntas que lleven al cliente hacia lo que desea, no preguntas que lleven al cliente a justificarse o mirar al pasado.
  1. Es claro, articulado y directo al aportar y compartir feedback.
  2. Reencuadra y articula para ayudar al cliente a entender desde otra perspectiva, lo que éste quiere o aquello de lo que no está seguro.
  3. Indica claramente los objetivos del coaching, la agenda de la sesión, y el propósito de las técnicas o ejercicios.
  4. Utiliza lenguaje apropiado y respetuoso con el cliente (no sexista, ni racista, demasiado técnico, jerga…)
  5. Utiliza metáforas y analogías que ayuden a ilustrar un tema o pintar un cuadro con palabras.

D. FACILITAR APRENDIZAJE Y RESULTADOS

  1. Va más allá de lo que se dice al determinar las preocupaciones del cliente, no dejándose llevar por la descripción que hace el cliente.
  2. Propone reflexiones e indagaciones en busca de una mayor comprensión, conocimiento y claridad.
  3. Identifica para el cliente sus preocupaciones ocultas, las maneras fijas y típicas de percibirse a sí mismo y al mundo, las diferencias entre los hechos y su interpretación, las disparidades entre sus pensamientos, sensaciones y acciones.
  4. Ayuda a los clientes a descubrir para ellos mismos nuevos pensamientos, creencias, percepciones, emociones, humores, etc. que le refuerzan en su capacidad para actuar y alcanzar lo que es importante para ellos.
  5. Comunica perspectivas más amplias a los clientes y les inspira a comprometerse para cambiar sus puntos de vista y encontrar nuevas posibilidades para la acción.
  6. Ayuda a los clientes a ver los diferentes factores interrelacionados que les afectan, tanto a ellos mismos como a sus comportamientos (por ejemplo: pensamientos, emociones, cuerpo, historial).
  7. Expresa nuevos descubrimientos a los clientes de maneras que sean útiles y con significado para éstos.
  8. Identifica en los clientes sus puntos fuertes, las áreas importantes de aprendizaje y desarrollo, y qué es lo más importante para tratar durante el coaching.
  9. Pide al cliente que distinga entre asuntos triviales y relevantes, comportamientos situacionales sobre otros recurrentes, cuando detecte discrepancias entre lo que se ha dicho y lo que se ha hecho.
  1. Desarrolla ideas conjuntamente y ayuda al cliente a definir acciones que permitan al cliente demostrar, practicar y profundizar en nuevos aprendizajes.
  2. Ayuda al cliente a enfocarse y explorar sistemáticamente las preocupaciones y oportunidades específicas claves para alcanzar las metas.
  3. Compromete al cliente a explorar ideas y soluciones alternativas, a evaluar opciones y a tomar decisiones relevantes.
  4. Promueve la experimentación y el auto-descubrimiento activos, en los cuales el cliente aplique lo que ha sido discutido y aprendido inmediatamente después de las reuniones de coaching, bien en su vida o en su trabajo.
  5. Celebra los éxitos del cliente y las capacidades de crecimiento en el futuro.
  6. Desafía las presunciones y perspectivas del cliente provocando nuevas ideas y encontrando nuevas posibilidades para la acción.
  7. Plantea y defiende puntos de vista que estén en concordancia con las metas del cliente y le invita a que los considere sin ningún compromiso por su parte.
  8. Ayuda al cliente a “hacerlo ahora” en la sesión de coaching, aportando apoyo inmediato.
  9. Anima al cliente a ir siempre más allá y aceptar desafíos pero a un ritmo cómodo para el aprendizaje.
  1. Consolida la información recogida y establece un plan de coaching y metas de desarrollo con el cliente que tratan sus preocupaciones así como las principales áreas de aprendizaje y desarrollo.
  2. Crea un plan con resultados que son alcanzables, medibles, específicos y con fechas determinadas.
  3. Hace ajustes a lo planificado, en función de lo que se justifique por el proceso del coaching y por los cambios en la situación.
  4. Ayuda al cliente a identificar y acceder a diferentes recursos para aprender (por ejemplo: libros, otros profesionales…).
  5. Identifica y apunta los primeros éxitos que son importantes para el cliente.
  1. Plantea y pide claramente al cliente acciones que le dirijan hacia las metas planeadas.
  2. Demuestra seguimiento a través de preguntas al cliente sobre las acciones a las cuales se había comprometido en sesiones previas.
  3. Da reconocimiento al cliente sobre lo que ha hecho, lo que no ha hecho, ha aprendido o se ha dado cuenta desde la sesión anterior.
  4. Prepara, organiza y repasa eficazmente con el cliente la información obtenida a lo largo de las sesiones.
  5. Mantiene al cliente sobre la pista entre sesiones prestando atención al plan de coaching y sus resultados, líneas de actuación acordadas y temas para futuras sesiones.
  6. Se enfoca en el plan de coaching pero también está abierto para ajustar comportamientos y acciones basadas en el proceso de coaching y cambios de dirección en las sesiones.
  7. Es capaz de retroceder y avanzar en el escenario general a donde se dirige el cliente, fijando el contexto de lo que se está discutiendo y a dónde quiere ir el cliente.
  8. Promueve autodisciplina en el cliente e impulsa la responsabilidad del cliente sobre lo que dice que va a hacer, por los resultados de una acción deseada, o por un plan específico con plazos determinados.
  9. Desarrolla la capacidad del cliente para tomar decisiones, tratar preocupaciones o temas claves, y desarrollarse a sí mismo (obtener feedback, determinar prioridades, fijar el ritmo de aprendizaje, reflexionar sobre y aprender de las experiencias propias).
  10. Enfrenta al cliente de un modo positivo con el hecho de que no llevó a cabo las acciones acordadas.

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